Sentado bajo, en una buena posición de conducción y aún con los modos de conducción más aptos para el dÃa a dÃa. He recorrido poco más de 40 kilómetros desde que me monté en el BMW M4 Coupé y sigo haciendo kilómetros para saber más de este vehÃculo.
Su paragolpes lo delata al tiempo que las aletas ensanchadas y su capó abultado enfatizan ese carácter deportivo a la vez que agresivo. Un vistazo lateral nos revela las branquia que cobra mucho más sentido aquà que en los Serie 4 normales, quedando aderezada con un aplique en el que podemos leer un pequeño “M4†y que ayuda, vista desde atrás y apoyada por dos marcados nervios, a darle profundidad a esa aleta ensanchada.
Nos fjamos en las ruedas y vemos unas llantas con el sello de la M con unas dimensiones de 19 pulgadas en ambos ejes y un diseño de 5 radios dobles con un ligero acabado bitono. Están acompañadas por unos neumáticos Michelin Pilot Super Sport en medidas 255/35 en el eje delantero y 275/35 en el eje posterior y en los que si nos fijamos con detenimiento podremos ver una estrella junto a la denominación del neumático indicándonos el desarrollo especÃfico que ha recibido esta rueda para este modelo.


Además estamos de suerte, tras las llantas de esta unidad aparece una dorada pinza de freno con la insignia de BMW Motorsport que delatan a unos discos carbocerámicos opcionales.
Las 4 salidas centrales delatan un pura sangre y por si no era suficiente la visión de los anchos neumáticos traseros deja todo claro. Completa esta visión posterior una ligera protuberancia aerodinámica sobre el portón del maletero que nos revela su deportividad.
La unidad probada cuenta con el techo solar practicable.



Al diseño clásico del salpicadero de BMW se le unen unos asientos deportivos cómodos, de buen agarre, ajuste eléctrico y calefactados que además cuentan con un bonito detalle de diseño: la M de su respaldo se ilumina. Más allá de estos asientos y de las ya conocidas formas de su salpicadero o el sistema multimedia (control iDrive incluido), nos encontramos con un volante M de buen tacto y grosor, unos reposapies en aluminio, un pomo del cambio M, nuevos guarnecidos para los umbrales de las puertas… pero sobre todo marcan la diferencia las molduras en fibra de carbono que recubren el frontal del salpicadero y el puente central.



Muy buenos ajustes, excelentes calidades y para colmo una muy grata habitabilidad. SÃ, se prescinde de la plaza central trasera, pero las otras dos plazas cuentan con un excelente espacio, como las delanteras. Disponemos además de un buen número de huecos portaobjetos, lo último en infoentretenimiento con conexión a internet (que si el tiempo, que si noticias…) y para colmo de males un maletero con capacidad suficiente más que de sobra para el equipaje de los 4 ocupantes (445 litros).
La atmósfera que se respira no podÃa ser mejor. La palabra premium se ha denostado por unos y por otros, pero cobra todo el sentido del mundo el mencionarla cuando percibes los ajustes al cerrar la puerta o cada unión entre superficies.
BMW habla de que durante el desarrollo del M3 y M4 la reducción de peso jugó un papel fundamental, quedándonos finalmente con un BMW M4 Coupé con un peso de partida de 1.497 kg. La dieta se ha notado, el M3 E92 arrojaba sobre la báscula 1.580 kg.
Esta perdida de peso llega, además por supuesto la propia arquitectura, algo que nuestra unidad ha perdido a favor de un techo solar practicable. El CFRP, polÃmeros reforzados con fibra de carbono, sà esta presente en el portón del maletero.

La mecánica del BMW M4 coupé, como en el caso del BMW M3, es un bloque de 6 cilindros en lÃnea, como ya nos encontramos en la segunda y tercera generación del M3. Desarrolla un cubicaje de 3 litros (como el M3 E36) y esta sobrealimentado por dos turbos, entregando una potencia de 431 caballos al tren posterior, potencia que queda disponible entre las 5.390 y las 7.000 rpm, alcanzando un par de 550 Nm disponible desde las 1.800 a las 5.390 rpm.
Nuestra unidad cuenta con el cambio automático de doble embrague M DKG Drivelogic de 7 marchas, aunque el M3 y M4 también están disponibles con cambio manual.
En cifras el BMW M4 cuenta con una longitud de 4.671 mm, una anchura de 1.870 mm y una altura de 1.383 mm siendo su distancia al suelo de 121 mm y su distancia entre ejes de 2.812 mm. Prestacionalmente marca un 0 a 100 km/h de 4.1 segundos con una velocidad máxima limitada de 250 km/h. Su consumo medio homologado es de 8.3 l/100 km.
Modos Sport+ activados, empieza el baile y lo primero que nos encontramos, recta por delante, es una brutal aceleración que nos deja con alguna que otra pérdida de tracción incluso cuando ya estamos lanzados y hemos empezado a engranar marchas. Desde luego la avalancha de par disponible es apabullante y tras los primeros giros me demuestra que hay que ser muy fino con esos 550 Nm para conseguir sacarle todo el provecho.
Tengo la sensación de que puedo ir rápido cómodamente, aunque según empiezas a desconectar controles comienza a transmitir un respeto aún mayor, cierto toque de carácter, de “ojo cuidadoâ€, que no encontramos por ejemplo rodando a fondo con un Audi RS4 Avant y si percibimos en alternativas como un Jaguar F-Type o un Porsche 911, salvando obviamente las distancias.
Me encanta su puesta a punto. Una delicia, suspensiones muy firmes, muy deportivas, de una rigidez encomiable. Controles totalmente desconectados y giro a giro notas como hay que ir de fino para no llevarte el correspondiente latigazo. Las pérdidas de tracción se hacen mucho más notables y aumentar de golpe el ritmo conlleva un patinaje de las ruedas posteriores bastante notable. Con el M Dynamic Mode activado tenemos más que suficiente para divertirnos de lo lindo en la calle, es bastante permisivo y podemos descolocar rápidamente una zaga que no permite demasiados errores, de hecho ya estamos poniendo bastante carne en el asador asÃ. Con el Sport+ activado, dejando quietos los controles, la mayorÃa nos podemos dar más que satisfechos y culminar todas nuestras intenciones deportivas sin desactivar nada.
Nada que objetar de los frenos carbocerámicos. Actúan rápido, con contundencia y muy bien. Nada que reprocharle tampoco a una dirección que ofrece un excelente peso, tacto y precisión y que con ayuda del chasis te permite enterarte de todo lo que esta ocurriendo en cada trazada.
Antes he definido su aceleración como brutal y es que el 6 cilindros nos ofrece una respuesta muy, y perdón por la expresión tan coloquial, bestia. El motor parece dispuesto a sobrepasar nuestras capacidades cada vez que le buscamos las cosquillas hundiendo un poco más de lo debido el acelerador. Sube rápido, muy rápido y enseguida has acabado con una recta que milésimas antes parecÃa más larga. No es atmosférico, pero aquà tenemos a cambio toneladas de empuje a nuestra disposición, capaces de hundirnos en el asiento desde los primeros escalones del cuentarevoluciones. SÃ, habremos perdido lo de jugar en lo más alto, pero a cambio tenemos todo un derroche de prestaciones mucho más accesible.
Presionamos las teclas de la dirección, suspensión y respuesta del motor para pasar de los modos Sport Plus a las configuraciones más confortables para la dirección y suspensión y a la respuesta más eficiente para la mecánica. Del deportivo al GT en unos segundos. Ahora la entrega es mucho más suave y menos ruidosa, mientras que la dirección también se hace más dócil. La suspensión se suaviza, pero sigue notándose bastante firme, absorbe sà y el amortiguador hace bien su trabajo, pero se nota su configuración deportiva con algún que otro rebote.

Aún asà y siendo dóciles con el acelerador podemos circular bien en entornos urbanos en el modo Sport plus, aunque no tiene demasiado sentido más allá de la mejora del sonido del escape, pareciendo si tuviésemos en las manos un verdadero coches de carreras por su sonido atrayente que capta cada vez más nuestra atención. Es una delicia el poder contar con dos coches en uno y más cuando podemos acceder a ambas configuraciones desde dos botones situados en el volante, totalmente personalizables con los modos que queramos. En resumen un vehÃculo de ensueño para todo aquel que quiera hacerse con uno de éstos; pues en sus manos tendrá lo mejor de BMW, ahora eso si…, según se le pida al acelerador, hay que preparar el bolsillo, pues como todo deportivo, en altas revoluciones sacando el mayor caballaje, disfrutamos sÃ, en la carretera o circuito cerrado para dar más rienda suelta a nuestro pie en acelerador, pero llegados al momento de repostar, el bolsillo lo notará.
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