La toma de contacto con este modelo, que varÃa en su gran mayorÃa del anterior Symphony y que de hecho únicamente comparte el concepto y las llantas de 16 pulgadas, fue suficiente para poder apreciar los cambios que se han introducido en su renovación. Obviamente y antes de salir, uno percibe el salto estético que ha dado el modelo, que aunque sigue con su filosofÃa de precios competitivos, se ha refinado y ha ganado, acercándose a otras marcas con vehÃculos de mayor precio. Destaca en ese aspecto los paneles, prácticos, ya que se pueden manipular fácilmente para obtener diferente información y espectaculares en lugares oscuros o de noche, aunque un poco justo con la luz del dÃa. Precisamente este es uno de los puntos en los que desde Taiwan se han comprometido en trabajar para mejorar la visibilidad de la instrumentación durante el dÃa.
En cuanto al resto de la estética, los acabados son en su mayorÃa cuidados, y entre ellos está el de la guantera delantera con llave en la que permite ir cargando un smartphone de grandes dimensiones mientras se circula. Como marca de la casa, el ST 125 sigue conservando su capacidad de carga, gracias al generoso espacio con el que cuenta en el asiento. Además y a pesar de su reducido precio, cuenta con un generoso sistema de iluminación led en la parte trasera, asà como en los indicadores de dirección y un cómodo sistema de apertura del asiento eléctrico, que permite abrirlo incluso con el motor encendido.
Ya en marcha, uno percibe rápidamente el carácter de un vehÃculo pensado para consumir poco en ciudad y que a su vez pueda permitir llegar a los usuarios hasta su destino incluso si han de coger una circunvalación. Obviamente, su respuesta desde parado es más tranquila que en otros 125, pero es más que suficiente para poder ganarle la partida al tráfico entre semáforos. Aunque no hubo posibilidad de probar hasta qué punto es capaz de llegar, lo cierto es que su motor transmite buenas sensaciones en cuanto a velocidad punta se refiere. No obstante, el motor ha ganado 1.2 CV, quedándose ahora en los 10 CV.
Otro de los apartados que estrena el Symphony ST 125 es el sistema de frenada, mejorado y que ha aumentado su dimensión tanto en el tren delantero como en el posterior. Delante monta un disco de 260 mm mordido por una pinza de doble pistón, mientras que atrás el disco es de 240 y la pinza es de un sólo pistón. Destaca las buenas sensaciones que transmite y la más que suficiente capacidad de frenado de la que hace gala.
Las suspensiones también son nuevas, y es que este rueda alta equipa una horquilla telescópica diferente a sus predecesores y además, en la parte de atrás cuenta con un doble amortiguador hidráulico que se puede regular en tres posiciones de precarga en función de las necesidades.
El último gran apartado que se ha mejorado es el chasis, que busca conferir una mayor estabilidad en vÃas rápidas al vehÃculo, pero que no afecta notablemente a la maniobrabilidad de un scooter con un peso declarado de 119 kg.
Cuando uno se sube a un scooter de las caracterÃsticas del SYM Symphony ST 125 no debe olvidar que se trata de uno de los modelos más asequibles del mercado y que, precisamente por eso, no se puede comparar con otros modelos más caros. Sin embargo, dejando de lado algunos pequeños detalles de acabados internos, el listón puesto por la firma taiwanesa a sus competidores es bastante alto y la relación calidad-precio es difÃcilmente superable.
En cuanto al comportamiento del scooter en sÃ, durante el tiempo que hemos tenido para disfrutarlo, da la sensación de tener un gran aplomo en curva, con un comportamiento dócil y previsible que permite anticiparse al tráfico con comodidad. Técnicamente es un vehÃculo pensado para el dÃa a dÃa, con una robustez mecánica fuera de dudas vistos los antecedentes y que se mueve como pez en el agua, nunca mejor dicho con la que nos cayó encima, en terreno urbano.
