60 años del Lancia Flaminia del Presidente de la República Italiana, un vehículo que hace de embajador de Italia en todo el mundo.

Con el Palacio del Quirinal como escenario, la marca Lancia celebró sus 115 años de historia y el 60º aniversario del Lancia Flaminia del Presidente italiano.
«Mañana es un día especial para esta marca y para este país. Esta doble celebración nos llena de orgullo», señaló Luca Napolitano, Director General de Lancia. «El Palacio del Quirinal nos ha dado la oportunidad de combinar el 115º aniversario de la marca con el 60º del Flaminia presidencial. Se trata de dos celebraciones muy significativas para Lancia y sus maravillosos coches, fruto del ingenio creativo de tantos ingenieros y diseñadores. Su estilo atemporal los ha convertido en verdaderos abanderados de Italia en todo el mundo. Y aprovechando esta gloriosa historia, estamos preparados para abordar nuestro plan de 10 años hacia una movilidad cada vez más sostenible.»
Lancia – 115 años de elegancia italiana atemporal
La marca Lancia fue fundada en Turín el 27 de noviembre de 1906 por Vincenzo Lancia y Claudio Fogolin, ambos empleados de Fiat y entusiastas del automóvil.
Vincenzo ya era conocido en el mundo del automóvil, ya que había conseguido varias victorias deportivas al volante de coches Fiat.
El primer coche fabricado en 1908 fue el Lancia 12 HP, un coche decididamente poco convencional para su época. Su chasis era bajo y ligero, equipado con un eje de transmisión en lugar de cadenas, y se convertiría en un auténtico éxito para su época con ventas de más de 100 unidades. La fama de Lancia creció y la marca superó la Primera Guerra Mundial, tras la cual llegarían otros modelos de gran calidad, como el Lambda, el Augusta y el Aprilia.
Tras la Segunda Guerra Mundial, en 1950 Lancia presentó el Aurelia, el primer coche del mundo con motor V6. Este modelo ganaría varias competiciones, lo que llevó a Gianni Lancia, hijo de Vincenzo, a fundar un departamento de carreras centrado en la competición en carretera. Pasó a llamarse Scuderia Lancia.
En 1956, la marca pasó a los coches de gama alta: los iconos de los años 60 fueron el Flaminia y el Flavia, este último el primer coche italiano con el motor bajo el capó y con tracción delantera.
A principios de los años 70, el departamento deportivo se reactivó y pasó a dominar el mundo de los rallies durante más de 20 años, con el Stratos, el 037 y más tarde con el Delta. Lancia entra entonces en el Olimpo del automovilismo: quince Campeonatos del Mundo de Rallyes, tres Campeonatos del Mundo de Constructores y de Resistencia, una 1000 Miglia, dos veces la Targa Florio, una vez la Carrera Panamericana.
Más allá del ámbito deportivo, en 1985 debutó el compacto Y10 en el Salón del Automóvil de Ginebra. Este modelo revolucionaría el concepto de coche urbano. El Ypsilon pronto se convirtió en una línea de gran éxito: más de 35 series especiales, 4 generaciones, líder de su segmento en Italia. El Ypsilon es el Lancia más longevo y más vendido de la historia, con más de 3 millones de unidades compradas.
El Lancia Flaminia presidencial, embajador de Italia en el mundo
El Lancia Flaminia se lanzó en 1957 en el Salón del Automóvil de Ginebra: un buque insignia de clase alta, equipado con un motor V6 de 2,5 litros y con interiores y acabados de lujo.
El Lancia Flaminia fue rápidamente mejorado con series especiales, realizadas por carroceros, y en 1961 Pinin Farina produjo el descapotable presidencial de batalla larga, conocido como «335», indicando las dimensiones de la batalla en centímetros. El coche fue utilizado por primera vez por el presidente Giovanni Gronchi durante la visita de la reina Isabel II a Italia. En pocos meses se fabricaron cuatro modelos. Para continuar la tradición, se les dio los nombres de los caballos de pura sangre de las antiguas caballerizas papales, las Scuderie del Quirinale: Belfiore, Belmonte, Belvedere y Belsito.
Belfiore, Belmonte y Belvedere presentaban una carrocería cabriolet con una capota de lona rígida plegable, mientras que el último -Belsito- venía con una capota de lona no abatible sobre el asiento del conductor.
Pintados en el emblemático color azul noche, todos estos modelos incluían una tapicería de cuero Connolly negro, un intercomunicador para comunicarse con el conductor y espacio para 5 pasajeros en un gran banco trasero con otros 2 asientos abatibles.
Utilizados anteriormente para las visitas de importantes jefes de Estado, como John F. Kennedy, Charles de Gaulle y para las celebraciones del centenario de la unificación de Italia, los coches se sometieron a una cuidadosa restauración en 2001. Dos modelos pertenecen ahora a la Scuderie del Quirinale: Belfiore y Belvedere siguen siendo los coches utilizados en grandes ocasiones por el Presidente italiano y los más altos funcionarios del país. El Belsito puede verse en el Museo Histórico de Vehículos Militares de Roma, mientras que el Belmonte se expone en el Museo Nacional del Automóvil de Turín desde 2001.
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